El pasado 11 de septiembre se cumplieron 15 años de la tragedia que sucedió en el 2001 en los Estados Unidos. Los familiares hicieron un monumento a las víctimas y a aquellas personas que sobrevivieron la tragedia dieron gracias a Dios.
Entre aquellas personas que tienen un milagro que contarnos están la pareja Jean y Dan Potter. Esta pareja vivía en un apartamento en Nueva York, Manhattan a unas pocas cuadras del lugar de trabajo: El World Trade Center.
Jean, quien trabajaba en el piso número 81 de los 110 pisos de la primera torre atacada dijo a CBN News: » De repente, una enorme explosión ocurrió en el edificio y literalmente, se balanceaba de un lado a otro».
Según Jean ella escuchó la voz de Dios en voz alta diciendo: «Esta no es tu hora, estoy contigo». Jean, con el aliento de Dios en su corazón, pensó: » Estoy en el piso número 81. ¿Cómo voy a salir de aquí?, se preguntaba mientras recorría las escaleras, puesto que el piso estaba en llamas.
Jean dijo:
“Mi corazón estaba a mil por hora, e incluso con el fuego, decidí bajar las escaleras”
En medio de todo el caos de aquel día Jean esta tranquila y alentada a seguir por aquellas escaleras. Dijo: «Mientras todo estaba aconteciendo yo estaba muy nerviosa, los mensajes de [Dios] llegaban a mí”.
Jean estaba en el piso 20 cuando vio a los bomberos. Jean dijo: “Uno de ellos era Vinny Giammona, que era un teniente de mi marido, que también era un bombero. Nunca olvidaré la expresión de su cara ese día”. De los 343 bomberos que murieron en Nueva York Giammona fue uno de los que murieron en el ataque.
El marido de Jean estaba en un lugar cercano cuando ocurrió la tragedia, corrió rápidamente a Manhattan para asegurarse de que su esposa esté a salvo. Él tuvo que esconderse cuando la torre sur fue derrumbada. Aún la torre estando cubierta de cenizas, el bombero no desistió de buscar a su esposa. El esposo de Jean regresó a su apartamento, más nadie.
Dan pensó que había perdido a Jean y se sentó en un banco y oró. Un fotógrafo registró aquel momento.
Dan recuerda:
“Estaba orando a Jesús, orando por claridad: ‘¿Qué quieres que haga? ¿Qué debo hacer’”
En aquel momento Dan sintió que Jesús le dijo que regresara al apartamento. El teléfono sonó. Su padre estaba llorando, deseando saber noticias y diciendo que Jean estaba de camino.
Jean relata:
“Vi sangre en sus ojos, y dijo: ‘¿Dónde estabas?’”, Dan respondió. ‘Usted no quiere saber’ y nos abrazamos. Fue simplemente increíble. Nos quedamos muy agradecidos por lo que hizo Jesús en nuestras vidas”.
“Él estaba con nosotros ese día, pero no quiero que la gente piense que somos especiales porque fuimos salvados”, dijo Jean. “Quiero decir que no era nuestro tiempo, y sin embargo, él estaba con aquellos que se fueron. Es un gran privilegio de hablar de él”.