Las canciones cristianas deben ser dirigidas principalmente a Cristo, por algo les llaman cristianas. Se supone que las letras de estas canciones deben exaltar y glorificar el nombre de Dios, aunque muchos intérpretes cristianos optan por variar un poco el contenido de estas canciones, y le cantan al amor, al hombre (canciones antropocéntricas), etc. Pero algo que muchos no han notado es que el diablo es el centro en algunas canciones cristianas, tanto así que muchas canciones son algo parecido a una conversación con satanás porque el que canta le dice cosas a este último.
A continuación les mostraremos una lista de canciones en las que vemos claramente que sus letras están dirigidas al diablo, pues veremos claramente que las palabras de los escritores de dichas canciones fueron dirigidas a satanás.
1 – Mi abogado
Esta canción comienza diciendo «quieres hablar y no escucharé, habla con mi abogado». ¿A quién está dirigida esta canción?. Si seguimos escuchando, en el coro nos encontraremos con el coro que dice «Mi abogado es el hombre aquel que viste en el calvario que entre lágrimas viste morir allí crucificado y cuando creíste que vencías cuando en tu cara formo una risa se paro del valle de los muertos solo al tercer día». Claramente se refiere a satanás y se pasa la canción entera diciéndole cosas a Lucifer.
2 – Por qué me persigues
Esta es otra de las canciones que solo se enfocan en darle la mayor prioridad a satanás, pues desde que comienza la misma, la intérprete comienza confrontándolo: «Por ser como soy mi voz quiere callar, por ser como soy, me tratas de intimidar». En esta canción nos dice claramente que satanás siempre la está persiguiendo. Por toda la canción continúa diciéndole cosas a la serpiente antigua, por ejemplo, en el coro dice «Por que me persigues, si ya tengo dueño, por que me persigues, si tengo al Dios vivo que vela mis sueños». Sí, mencionó a Dios, pero no por eso deja de ser una conversación con satanás.
3 – Le Voy a Cristo
Aunque Cristo está en el título de esta canción, lamentablemente esta canción comienza hablándole al diablo, diciendo: «Tú satanás bien lo sabes». Cuando hacemos este tipo de mención le damos prioridad a satanás que al mismo Dios. Al igual que las canciones anteriores, podremos ver que durante toda la canción le habla al diablo.
4 – Oye diablo
Esta canción rompió con los parámetros que vimos en las canciones anteriores, pues en esta desde el mismo título nos deja en claro que será una conversación con el príncipe de las tinieblas.
A veces debemos tener cuidado con las palabras que decimos, en este caso nos referimos a este artista en su canción titulada «Oye diablo», donde inicia una conversación con satanás, cuando la misma Biblia lo que nos enseña es a resistirlo para que huya de nosotros (Santiago 4:7). Esto es un error que muchos autores viven cometiendo al momento de escribir una canción. Casi en toda la canción predomina la frase «oye diablo» para decirle algo a satanás. Solo en una estrofa es que el artista le habla a Cristo pero toda la canción es diciéndole al diablo, «oye diablo, esto».
5 – Arrebato
Continuando con las canciones que le hablan a satanás, aquí vemos una artista diciéndole al príncipe de este mundo que le va a arrebatar todo lo que él le ha quitado (familia, casa, salud) aunque, si estamos en las manos de Dios, el diablo no tiene ninguna autoridad para quitarnos nada. Si somos hijos de Dios ya lo tenemos todo, y para tener algo de Dios no tenemos que arrebatarle nada a satanás, porque todo lo nuestro viene de Dios.
6 – Diablo errante
Y nos encontramos con otra canción con el diablo en el título. Comienza diciendo «Hazte a un lado diablo errante», y ya ahí usted se puede imaginar que las letras van dirigidas al diablo, pues vemos que en las demás estrofas le dice «No podrás pelear conmigo», «Hoy vas a temblar de veras», etc y ahí se mantiene la canción completa dedicándole palabras al enemigo de los cristianos.
7 – Diablo Mentiroso
En vez de tomar la Biblia para escribir y cantar de la grandeza de Dios, este artista hace lo contrario, y le dice al diablo lo que él ya sabe, que un día tendrá rendir cuentas delante de Dios por sus actos. Cuando nos inspiramos para cantarle a Dios, solo debe ser para Dios, no estar inventando, poniendo un título y plantando conversación con satanás dándole importancia, pero a Dios lo ponemos ya cuando no tenemos nada que decir en la canciones.